Zebra glass by College for Creative Studies

Un grupo de estudiantes del College for Creatives Studies de Detroit, Michigan, ha recolectado dos especies invasoras de mejillones y los ha transformado en un recurso útil. El equipo de diseño, compuesto por Emily Marquette, Mahsa Banadaki y Wei Huang, propone el uso de mejillones cebra y quagga, dos especies invasoras para el ecosistema de los grandes lagos de EE. UU., como fuente de carbonato de calcio y colorante en la creación de vidrio.

El proyecto busca transformar estas especies, una amenaza ecológica, en un recurso que puede ser utilizado para aplicaciones artesanales e industriales de vidrio y cerámica.

Los mejillones Quagga (Quagga Dreissena rostriformis bugensis) y los mejillones cebra (Zebra Dreissena polymorpha) se instalaron en los grandes lagos desde Ucrania y Rusia en la década de 1980, transportados en los tanques de lastre de los barcos de transporte. Desde su introducción, han transformado el ecosistema de los grandes lagos, creciendo a densidades de 7.790 mejillones por metro cúbico y proliferando a profundidades de 540 pies. Cada mejillón puede poner un millón de huevos por año, vivir de 2 a 5 años y comenzar a producir sus propios huevos después de solo 12 meses. Los esfuerzos para remediar los mejillones cebra y quagga han sido en gran medida ineficaces debido al alto coste.

Para procesar el vidrio de cebra, el equipo de diseñadoras comenzó recolectando conchas de mejillón cebra y quagga en las playas de Muskegon y Lake St. Clair, donde las especies se introdujeron por primera vez en 1989. Luego hirvieron las conchas para eliminar el exceso de materia orgánica y se molieron hasta conseguir una textura fina con un mortero y una maja. Por último, las conchas se tamizaron para garantizar una consistencia fina y uniforme. Posteriormente decidieron experimentar con dos fórmulas variando la cantidad de sílice y estabilizador. En el primero de los casos, con un bajo contenido en sílice, el resultado presentaba un característico azul iceberg con vetas verdes. Y en la segunda opción, con un alto contenido en sílice y menor cantidad de estabilizador, se observó un azul cobre. En una tercera prueba de glaseado, se percibieron una gran cantidad de burbujas, el vidrio que fluía hacia arriba y hacia afuera del crisol cubría los lados en una capa uniforme sin burbujas, descubriendo un excelente esmalte cerámico.

El proyecto ‘zebra glass’ muestra cómo un invasor estigmatizado, puede convertirse en una fuente abundante de material, propósito y belleza.

 

Fotografías: CCS CMD Material Lab

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