La Biblioteca Nacional de Francia reabre con detalles del siglo XXI

Tras más de una década de trabajos de renovación por parte del arquitecto Bruno Gaudin, la Bibliothèque Nationale de France ha reabierto su espacio para mostrar tanto las colecciones masivas como las características originales de Bellas Artes de este imponente edificio.

Se distribuye en dos espacios, Richelieu y François-Mitterrand, el depósito ahora actualizado en Richelieu data del siglo XVIII. El arquitecto francés Henri Labrouste diseñó originalmente la sala de lectura principal, conocida como Salle Ovale, que se conserva en gran parte con

un techo abovedado de vidrio con mosaicos que cubren los techos y cientos de miles de volúmenes que recubren el perímetro y los estantes interiores

El espacio real ahora está abierto al público por primera vez.

Para la renovación, Gaudin construyó una gran escalera de acero y aluminio para acceder en espiral a los pisos superiores, éstos albergan un museo y la Galería Mazarin donde pueden observarse en su techo los frescos barrocos. Una pasarela de vidrio con un techo inclinado angular conecta los lados este y oeste de la biblioteca. Bruno Gaudin agregó una nueva entrada para una mayor accesibilidad.

Además de los libros, la biblioteca también almacena una amplia gama de documentos históricos y obras de arte. En total, 22 millones de objetos. En sus pasillos, se encuentra la segunda colección de jarrones griegos más grande del mundo, grabados originales de Rembrandt, Picasso, Matisse, una Biblia de Gutenberg y el juego de ajedrez de marfil de Carlomagno, entre muchas otras piezas valiosas.

Imágenes: Yanko Design

 

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